
Si no sabes quién es Khufu, debemos echarle la culpa a los griegos. Cuando Heródoto llegó a Egipto y vio las colosales pirámides, preguntó qué eran, le contestaron que eran las tumbas de los faraones Khufu, Khafra y Menkaura. Heródoto, como buen turista, apuntó lo que alcanzó a entender y escribió Keops, Kefrén y Micerinos, nombres que han perdurado hasta nuestros días.
Heródoto preguntó muchas cosas sobre las pirámides, y los sacerdotes le dieron amplias respuestas. Desgraciadamente, como la arqueología moderna ha revelado, casi todas estaban equivocadas. Así inauguró la noble tradición de hablar maravillas de lo que no se entendía. (Y no, no mencionó alienígenas, por si te lo preguntabas.)

Nota del 2009, la dejo para recordar este tipo de sucesos.
Esta semana, la asocación britanica de quiropracticos, la "McTimoney Chiropractic Association" pidio a todos su miembros cerraran sus sitios web, como prevención de una posible batalla legal sobre eficiencia de este método.

Según Brian Regal, historiador de la ciencia, fue Darwin quien acabo con la presencia del hombre lobo en Europa...

Hay mujeres con supervista entre nosotros. Es una rara mutación que les permite ver muchos más colores. ¿Conoces alguna?
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