Egipto

  • Una pregunta clásica: ¿cómo cortaban y extraían los egipcios bloques de roca hace miles de años? Aquí exploramos las herramientas reales, las técnicas prácticas y desmentimos mitos sobre "tecnologías perdidas".

    Basándonos en estudios arqueológicos recientes, descubriremos que su secreto era pura ingeniería humana, no magia ni ciencia ficción.

  • ¿Ya, en serio, qué edad tienen las pirámides?

    No es raro encontrarse con personas que están convencidas de que la "versión oficial" de la historia miente sobre la antigüedad de las pirámides. Aseguran que son mucho más antiguas de lo que nos dicen los egiptólogos, aunque rara vez explican por qué académicos de todo el mundo —historiadores, arqueólogos, astrónomos, geólogos— querrían ocultar esa información. Autores como Graham Hancock y otros divulgadores alternativos son quienes más han impulsado estas teorías, aunque sin presentar pruebas verificables.

    Pero empecemos por los hechos.

  • Spoiler arqueológico: No hay trampas mortales al estilo Indiana Jones, pero sí hubo sistemas diseñados para sellar y proteger las tumbas. El problema es que, como bien sabemos, el amor al oro puede más que cualquier bloque de granito.
  • Evidencia de Herramientas Usadas en el Antiguo Egipto

    Muchas historias y mitos sobre las pirámides y monumentos egipcios sugieren la inexistencia de marcas de herramientas, insinuando que las técnicas usadas superaban las capacidades modernas. Sin embargo, hallazgos arqueológicos detallados desmienten estas narrativas, mostrando claramente el ingenio práctico y habilidades técnicas de los antiguos egipcios.

  • Si no sabes quién es Khufu, debemos echarle la culpa a los griegos. Rey KhufuCuando Heródoto llegó a Egipto y vio las colosales pirámides, preguntó qué eran, le contestaron que eran las tumbas de los faraones Khufu, Khafra y Menkaura. Heródoto, como buen turista, apuntó lo que alcanzó a entender y escribió Keops, Kefrén y Micerinos, nombres que han perdurado hasta nuestros días.

    Heródoto preguntó muchas cosas sobre las pirámides, y los sacerdotes le dieron amplias respuestas. Desgraciadamente, como la arqueología moderna ha revelado, casi todas estaban equivocadas. Así inauguró la noble tradición de hablar maravillas de lo que no se entendía. (Y no, no mencionó alienígenas, por si te lo preguntabas.)