Eso es lo que se conoce como paleo heces, o dicho de manera coloquial, popó antigua, que por alguna razón se ha preservado. Técnicamente esto NO es un coprolito, pues así se le debería de llamar solo cuando se han fosilizado, sin embargo el nombre se le quedó.
Este notable ejemplar es del siglo IX y fue excavado en el asentamiento vikingo de Jorvik (actualmente York) en Inglaterra, debajo de lo que sería posteriormente el banco de Lloyds
¡¡Mide nada menos que 20 cm de largo por 5 de diámetro!!! Es el ejemplar más grande que se ha encontrado.
No quiero ni pensar lo que pasó el pobre tipo antes de producirlo…
El análisis encontró que su ...mmh… dueño… tenía una dieta principalmente de carne y pan. También sufría de parásitos intestinales, lo cual se sabe por la presencia de cientos de huevecillos.
El investigador Andrew Jones, que es un “paleoescatólogo” ( estudioso de la popó antigua) fue encargado de evaluarlo para ser asegurado (dado que es considerado una pieza importante), y declaró “Es el pedazo de excremento más emocionante que he visto. A su manera, es tan irreemplazable como las joyas de la corona”
Aunque no parezca algo muy glamoroso, el estudio de las heces antiguas es una fuente importante de conocimiento para saber cómo vivían, comían y morían la gente en el pasado. Nos puede dar datos importantes sobre su dieta, su salud, su edad, qué parásitos había, o incluso si había estado en alguna otra parte.
Se encontraron otros objetos vikingos en la excavación, pero este se ha convertido en el más famoso.
Actualmente está en exhibición en el “ Archaeological Resource Centre “ de la ciudad de York.
Así que ya saben… en algún futuro lo que hagan podría terminar en un museo...